La casa tenĂa de todo. Hasta freidora de aire. Toallas tanto para ducha como de piscina. Hamacas. Leña para la barbacoa. Todo limpio. ComunicaciĂłn con el dueño en todo momento por si necesitas algo. Y el pueblo pequeño pero acogedor.
Pudimos disfrutar mi familia y yo en este verano tan atĂpico de la vivienda y su entorno que es maravilloso. Me hubiera gustado conocer a los dueños Marie y Brian, pues por las circunstancias del covid no fue posible. Espero conocerles en otra ocasiĂłn.