La casa perfecta, siendo modesta no le falta de nada, la propietaria, la señora Rosa muy, muy amable y detallista. Y la tranquilidad, no se oye un ruido, es impresionante.
Estuvimos una semanita con nuestro hijo y sĂłlo puedo tener buenas palabras tanto para la casa como para los propietarios. El entorno es espectacular, la casa bien equipada (quizĂĄs la vitrocerĂĄmica algo justa), la piscina inmejorable, sala de juegos (pingpong, bicis, juguetes para niños), tiene una terraza con vistas preciosas y con acceso directo a la piscina, desde el comedor puedes ver Montserrat con unas vistas privilegiadas. Hay caminos para pasear y recrearse con el entorno y columpio y arenero para los mĂĄs pequeños! Y los propietarios encantadores tanto ellos como su hijo, por cierto riquĂsimos los tomates de su huerta!! jajaja espero no ponerles en un compromiso y que ahora todo el mundo les pida tomates al llegar!
El camino para llegar una vez abandonada la carretera asfaltada se hace un poco largo la primera vez pero una vez que lo has hecho te das cuenta que es un momento (por cierto elegir el camino corto, la subida que anuncian en la web la sube todo tipo de coches).
Fuimos mi marido con mis hijas y una amiga de ellas, ademĂĄs nos llevamos a nuestro perro. Es un lugar apartartado. Los propietarios nos acogieron estupendamente y la vivienda estaba estupenda. Pasamos Ășnicamente un fin de semana pero con ganas de volver. Dimos largos paseos por el campo. EstĂĄ un poco apartado de todo pero merece la pena. En definitiva, buscĂĄbamos tranquilidad y relax y lo encontramos.
La casa es muy bonita, tiene todo lo necesario para pasar unos dĂas tranquilos.
La piscina estå muy bien, lo mejor es que es para ti sólo, por tanto da un poco igual si es mås o menos pequeña. Las vistas son geniales, El Josep y la Maria Rosa son dos personas increibles, muy serviciales, amables, puedes conversar con ellos en multitud de ocasiones.
En nuestra estancia estaba con ellos su nieto Mateu, de justamente la edad de nuestro hijo Ivan, y se lo pasaron en grande, corriendo, cogiendo almendras, viendo el huerto con el avi Josep, viendo los tractores...
En definitiva, es una casa ideal para descansar, para ir con niños, para disfrutar de las cosas que viste de niño, y olvidaste en tu vida estresada de ciudad.