Todo comenzĂł genial. MarĂa se presentĂł muy atenta y simpĂĄtica, dando indicaciones de todo (incluido el que tuviĂ©semos precauciĂłn con los dispositivos electrĂłnicos conectados a la vez por la potencia elĂ©ctrica contratada. Ojo a este dato, porque esta âcasualâ advertencia fue el detonante del desastre). El penĂșltimo dĂa de nuestra estancia, ni siquiera pudimos desayunar porque se fue la luz: una cafetera y una tostadora andando, NADA MĂS. Nos dimos cuenta porque la cafetera parĂł, pero los tĂ©rmicos y diferenciales del cuadro ni siquiera saltaron (lo cual da que pensar de la deficiente instalacion elĂ©ctrica que presenta la vivienda). Intentamos contactar durante 2 horas con la anfitriona: 4 llamadas perdidas y dos mensajes de Whatsapp ignorados, pese a aparecer âen lĂneaâ con posterioridad a ellos dos veces. Nos pusimos en contacto con la plataforma y tampoco fueron capaces de contactar con ella. Tras estas dos horas sintiĂ©ndonos que nos estaban engañando, decidimos dejar el alojamiento antes de vernos âtiradosâ en una casa sin electricidad. Esto ocurriĂł a las 10:40 am. Nos fuimos pasadas las 12:30 pm. Pues no recibĂ una llamada de la anfitriona hasta las 14:00h. ÂżLa justificaciĂłn? Estaba trabajando. De acuerdo, no puedo poner en duda esto. Pero sinceramente, tras haber intentado solucionar