No salgo de mi asombro al leer las opiniones favorables, por lo que supongo que se refieren a la casa 1 y que ni han asomado por la casa 2.
Reservamos la casa 2 con una habitación en la casa 3 para los días 26 a 28 de diciembre. Nuestra estancia duró exactamente una hora, justo el tiempo que tardamos en salir corriendo y buscar otra, ya que esta casa no cumplía las condiciones más elementales para un alojamiento con un mínimo de comodidad: la limpieza brilla por su ausencia; comedor pequeño, feo y oscuro; uno de los dos cuartos de baño lleva mucho tiempo estropeado y, por tanto, fuera de servicio pero no lo avisan y, sin embargo, lo cobran como si funcionara; lo de amplia TV, que dice en la web, es un chiste; prohibido fumar en la casa (tampoco lo avisan en la web); prohibido jugar a la pelota en el jardín (mal asunto si hay niños); muebles cutres, claramente de segunda mano y pésimo gusto, viejos y feos (a destacar el horror de sofá: incomodísimo, viejo y no apto para siestas); no hay trapos de cocina ni toallas; tampoco hay horno ni lavadora; parrilla portátil de las que cabe un filete y poco más. Para remate, aunque sabían a qué hora llegábamos hacía un frío gélido en la casa (veo que la calefacción escasa es queja de más usuarios).
Vamos, lo que viene siendo un alojamiento cutre con detalles cutres. Así que, decidimos que la casa no nos amargaría el fin de semana y nos fuimos y, claro, se quedó con la fianza. Acabamos en otra casa de la zona que tenía todas las comodidades
La experiencia en Entre Acebos demuestra que hay dueños que a cualquier cosa llaman alojamiento rural. Me da que el negocio en esta casa está en quedarse con la fianza cuando uno sale corriendo.