Estuvimos dos parejas con un bebé durante un fin de semana lluvioso de Octubre. Nada mås llegar nos encontramos con Reme y su sonrisa, cålida y encantadora.
Nos esperaron con la calefacción puesta y fue de agradecer y mås con un bebé.
La casa estĂĄ super super super limpia, las sĂĄbanas y las toallas igual, las camas y almohadas muy cĂłmodas, la calidad del sueño de 10, no se oye ni un ruido aunque a veces se oĂa un gallo pero a nosotros no nos molestĂł.
La cocina estĂĄ muy bien equipada con lo justo para la estancia. Y de nuevo, todo muy limpio.
El baño, impoluto, y con gel.
SĂ que echĂ© de menos, por poner alguna pega pero estĂĄ claro que no es obligatorio, algunas cositas bĂĄsicas como un poquito de sal, azĂșcar aceite y vinagre, como he visto en otras casas rurales.
Y los "sofĂĄs" como sofĂĄs son un poco incĂłmodos. Como cama, ideales.
Reme nos despidiĂł con su sonrisa, fue un gusto tratar con ella.
Esperamos volver una primavera o un verano, sin lluvia, para poder visitar mĂĄs la zona.