8/10 Bien
Rafael V.
2 sept. 2022
Si solo buscas paz y tranquilidad, este es tu sitio, peroâŠ
Para ser honestos hay que diferenciar el alojamiento del entorno. La casa (TĂa Judite) forma parte de un conjunto rural con otras tres casas independientes. El acceso, por camino de tierra y piedras desde Negreda puede resultar algo delicado. Al llegar, la primera impresiĂłn (en nuestro caso) no fue positiva: Un montĂłn de basura esparcida fuera de los cubos, que se veĂa que llevaba varios dĂas asĂ. Es un detalle a corregir. Nadie nos recibe y decido entrar a la casa (estaba abierta). Cuando ya he terminado de meter el equipaje aparece Henrique, el dueño, que no sabe que yo llegaba ese dĂa, y que no sabe si la casa es la que me corresponde. Resuelta la duda, pasa a enseñarme las instalaciones. Bueno, esto es un decir porque se limita a señalar dĂłnde estĂĄ la barbacoa, a decirme que si bajo por un camino encontrarĂ© una fuente de agua mineral natural y que junto al bar estĂĄ la piscina y la sala de juegos. Eso es todo. Minutos despuĂ©s, al comprobar que no tenĂamos nada de beber (y hacĂa mucho calor), llamĂł a su puerta y me acompaña al bar, me cuenta que funciona como un autoservicio, y es entonces cuando me señala la piscina y la sala de juegos. Nos quedamos tomando una cerveza y desaparece. La casa: El equipamiento, espartano. Muy, muy justito. Henrique me dijo al llegar que mirara la casa y que si faltaba algo, que se lo pidiera. Vamos, que no habĂa chequeado la casa a la salida del ultimo viajero y me tocaba a mi hacerlo (Âżperdona?). Muebles escasos y alguno desvencijado. La limpieza brillaba por su ausencia. En la cocina, una bayeta y un estropajo con signos claros de estar muy usados. A la basura, claro. De la fregona mejor no hablo, porque pueden leerme estĂłmagos delicados. Algunas bombillas fundidas, pero luz suficiente. Alojamiento de supervivencia, vamos. El entorno, lo mejor. Noches muy estrelladas y alrededores bucĂłlicos. Para comprar comida o ir a un restaurante, las Ășnicas opciones se encuentran en Macedo, Braganza y Vinhais, a unos 30-45 minutos en coche, debido a las carreteras. En Celas, a 10 minutos, hay un restaurante que ofrece menĂș del dĂa y la cocina es casera. En resumen, creo que un propietario deberĂa estar mĂĄs pendiente de su negocio, porque la simpatĂa y bondad del dueño no siempre son suficientes. Un poco mĂĄs de atenciĂłn al detalle, que no cuesta nada y es la base de un negocio de este tipo, se agradecerĂa y, seguro, seguro evitarĂa que una estancia que pudo ser idĂlica se convierta simplemente en suficiente.
Rafael V.
Séjour de 7 nuits en août 2022